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Archive for May 2012

La monumental reacción que produjo en los medios nacionales y en las redes sociales la afirmación de la canciller María Ángela Holguín, “donde hay un hombre, hay prostitución”, refiriéndose al asunto de los agentes de Obama para descartar la estigmatización de Cartagena, es perfecto scanner de la sociedad pacata y retardataria que seguimos siendo en pleno siglo XXI.

Tal vez en lo único que se le fue la lengua fue en utilizar el singular, habría sido más exacto decir, hombres. Porque siendo pragmáticos y observando la historia de la humanidad, la prostitución es y será una operación comercial, donde ella vende y él compra.

Otra cosa muy diferente resulta desde el análisis sociológico, porque vamos a la raíz del asunto y caemos, nada más y nada menos, que en la inequidad, la injusticia social de género. Otra voz podría decir, también hay hombres prostitutos, lo que es cierto, pero nunca que se habla de este flagelo social se globaliza, siempre se feminiza. Tan es así, que puta es un insulto, mientras puto es un reconocimiento a la promiscuidad.

Pero volvamos a la polvareda absurda que levantó la afirmación de la Canciller, en la cual se sostuvo con total tranquilidad, como tiene que ser cuando uno está repitiendo una verdad histórica. Y ante esa declaración simple y cruda las reacciones fueron sorprendentes, por decir lo menos. Varias connotadas periodistas nacionales, cual vestales enfurecidas, trinaban frases, palabras más o menos, como: estoy en el Centro Andino, vi a un hombre y las demás son putas. Otra lanzó: estamos en consejo de redacción, somos cuatro hombres y dos putas. Y luego vino la avalancha de mensajes que llevaron el asunto a tema estrella del día en Twitter, que terminó en chistes (superficiales que somos) no sin antes haber despellejado a la Canciller pasando por quienes pedían renuncia o botada.

Esto último una auténtica babosada, hasta para su creencia en relación al diferendo con Nicaragua por las islas y cayos de San Andrés. Nunca dijo que perderíamos un pedazo de esa área, sino que ya se sabía que la Corte Internacional suele legislar para que ambas partes queden contentas.

A partir de semejante algarabía se puede medir el grado de subdesarrollo mental que tenemos, que nos hace moralistas de ocasión, mientras ni siquiera usamos la sanción social para los cientos de encumbrados y del común que habiendo delinquido o estando sub júdice siguen paladeando las mieles de la aceptación y el respaldo de todos, por acción o por omisión.

La prensa está llena de ejemplo de agasajos y distinciones para quienes utilizan medios non sanctos para enriquecerse o alcanzar posiciones políticas. Una rápida mirada al Congreso, a quienes hemos elegido para representarnos ante el Estado, es perfecta muestra de esta actitud, de la laxitud de las buenas costumbres y el olvido de conceptos como honestidad, decencia, rectitud. Sí, hay excepciones, pero sirven para confirmar la regla: no son mayoría.

 

* Por Lola Salcedo Castañeda, 29 de Abril del 2012

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A Jesús Ortiz, padre de Jessica Elena Ortiz, de 31 años, le molestaba que saliera muy tarde de su oficina, ubicada en el Centro Empresarial Los Ruices. 

De hecho, cuando lo hacía, siempre le reclamaba porque debía tener más precaución debido al clima de inseguridad que se vive en Caracas. 

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El lunes en la tarde, Jessica salió de su trabajo a las 6 y media. Minutos después, cuando iba en su vehículo Dodge Caliber color arena, placas AB5-76GB, fue interceptada por un grupo de sujetos que la sometió y se la llevó secuestrada. 

A su familia le pareció extraño que a las 8 y media de la noche no había llegado. Comenzaron a llamarla y no contestaba el teléfono. 

«Me pareció inusual que ella no contestara y ahí empecé a pensar mal. Algo había pasado», dijo el padre. 

La insistencia de la familia fue tal que a las 10 y media de la noche, desde el celular de Jessica, (los captores) enviaron un mensaje de PIN a una de las hermanas indicando: «No te preocupes que ya voy para la casa». 

Pese al mensaje, los parientes no se tranquilizaron y comenzaron a hacer contacto con amigos, con el novio y demás conocidos de Jessica. Ninguno de ellos dijo haberla visto. 

Para esa hora ya existía una red de búsqueda. Fue a la 1:14 minutos de la madrugada del martes cuando una amiga llamó al celular de Jessica y uno de los secuestradores atendió y le dijo que la tenían en su poder, pero que para liberarla tenían que pagar una alta suma de dinero, a las 7 de la mañana. 

La orden de ellos fue que la amiga hiciera contacto con los familiares para que concretaran el pago, sin que hubiese ningún contacto con la policía. 

«Desde ese momento nadie durmió. Pedimos asesoría de expertos para que nos indicaran cómo actuar. Todo fue muy fuerte», relató el padre. 

A las 7 y quince minutos de la mañana sonó el teléfono y uno de los secuestradores preguntó si tenían el dinero. 

«Era muy temprano y no contaba con esa suma que pedían. Conversé con él y comenzamos a negociar hasta que bajamos la cantidad. Cuando llegamos a un acuerdo, le pedí que me dejara ir a los bancos», contó. 

A las 9 de la mañana el padre de Jessica ya estaba en su residencia con el efectivo. Lo colocó en un bolso y esperó a que lo llamaran. 

Minutos después el maleante se comunicó con él y le dijo que abordara uno de los vehículos y saliera, pues en el camino le indicaría el sitio donde iba a dejar el dinero. 

«Me tenían vigilado cerca de mi casa, porque me exigió que fuera en uno de los carros. Lo describió exactamente y cuando salí de la casa, me siguió un taxi blanco», describió. 

En todo el camino siempre mantuvo contacto telefónico con los plagiarios. Incluso le dijeron que condujera hacia Petare para realizar el pago. 

«Me negué a ir hasta esa zona por el fuerte tráfico. Logré convencerlos para que el pago se hiciera en Bello Monte. Ellos aceptaron y seguimos en contacto», relató. 

Cuando el hombre circulaba frente a Ciudad Banesco, los maleantes le ordenaron que se detuviera de repente. 

«Me tuve que frenar. Paré el tráfico porque debía dejar el bolso en un pote de basura. El carro se quedó con la puerta abierta y la gente me tocaba cornetas», señaló. 

De inmediato, los sujetos le dijeron que se fuera y esperara una hora, que iban a liberar a Jessica. Pasaron más de cinco horas y no fue así, por lo que acudió al Cicpc a denunciar y allí colaboraron en todo. 

Le dijeron que las llamadas se habían hecho desde el Tuy y teléfonos públicos de Bello Monte. Sin embargo, el cadáver de Jessica había sido hallado a las 6 de la mañana de ese día en un matorral de Santa Teresa del Tuy. Presentó varias puñaladas. «Intenté salvar a mi hija pero la mataron», resaltó. 

La joven era gerente general de las empresas familiares, dedicadas a viajes y turismo. 

Era prima de las hijas de José Alberto Totesaut, quienes llegaron del exterior ayer. 

* DEIVIS RAMÍREZ MIRANDA /  EL UNIVERSAL /jueves 19 de abril de 2012

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Hay preocupación por parte de las autoridades por el creciente número de niñas que día a día son tentadas por este macabro negocio que viola todos sus derechos.

En el centro de Medellín, en medio de las sombras de la noche, camina el drama de numerosas niñas, entre los 11 y 14 años, que tambalean drogadas, entre la explotación sexual comercial, las enfermedades y la delincuencia.

La tristeza que reflejan sus rostros y ojos apagados, la ocultan entre un maquillaje barato, mal echado; el brillo de la mirella; los piercing enganchados en sus cejas, labios, orejas, lengua y ombligo, y su pelo engominado.

Vestidas como adultas, con tacones, bluyines apretados, shorts o minifaldas, y escotes que dejan ver, como gran vitrina para los abusadores, sus cuerpos aún sin desarrollo, se camuflan entre la luz mortecina del alumbrado público y las marquesinas de viejos edificios.

En vez de muñecas en sus manos llevan siempre una bolsa plástica negra impregnada del pegante llamado sacol.

Causas
Según estudios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar en el país existen varios factores que favorecen la explotación sexual comercial de niños como son los familiares (maltrato físico y sicológico, abuso sexual, desintegración y disfunción familiar, abandono, hacinamiento, presión económica y padres o cuidadores que ejercen la prostitución) y socioculturales (consumismo, trabajo infantil, deserción escolar, mendicidad, influencia negativa de pares, influencia de medios de comunicación y vivir en zonas de prostitución y de conflicto armado).

En Medellín, hablar con las víctimas de esta explotación sexual no es fácil, ya que por lo general son asediadas por individuos que dicen protegerlas o ser sus compañeros. En muchos casos ellos mismos terminan asaltando a los posibles clientes.

En una esquina céntrica de la ciudad una de esas niñas, quien dijo que en junio de este año será quinceañera, contó su historia.

Aseguró que tiene papá y mamá, pero que trabaja para ayudarles. «Me inicié en la vida sexual a los 13 años, cuando tuve relaciones con un novio. Luego conocí a una amiga quien me trajo para el Centro, porque aquí iba a ganar dinero y desde 2010 trabajo todas las noches y sólo descanso los domingos», contó.

Estudió hasta cuarto de primaria, porque le cogió odio a la escuela, aunque le gustaría ser presentadora de televisión. Tampoco quiere volver a un internado como al que la llevaron un día en que hubo una redada, pero reconoce que allí le explicaron los peligros del Sida, la tuberculosis y otras enfermedades contagiosas. No le gustaron las normas y huyó.

A una pregunta sobre los peligros que corre, se alzó la blusa y mostró una cicatriz en la espalda, producto de un navajazo que le propinó una prostituta adulta.

Le ofusca, confesó, que algunos clientes, generalmente embriagados o drogados, rasgan el preservativo para hacerle trampa.

En cuanto a los controles de las autoridades a residencias, indicó que sí hay sitios donde no las permiten, por su condición de menores de edad, y otros donde no tienen restricciones y en los cuales, incluso, les reconocen una propina por llevarles el cliente.

Del sacol dijo que lo inhala para tener valentía y enfrentar a quien intente agredirla y para mitigar la repugnancia que le da estar con una gran cantidad de tipos por los que no siente nada y que, por lo general, huelen mal.

A pesar de que estas menores se exhiben públicamente, a muy pocas personas les preocupa su suerte.

Incluso, la misma Policía que vigila el corazón de Medellín se ve impotente para poner en cintura a los abusadores y proxenetas, porque las niñas no los denuncian o aducen que son sus «maridos». Entonces su control se limita a retirarlas de sitios de interés turístico como los parques.

Consultados algunos agentes sobre esta problemática aseguraron que sin pruebas están impedidos para aplicar la ley, porque si llevan a un implicado ante un juez, el proceso se cae ya que las menores nunca denuncian y las capturas en flagrancia son muy difíciles. Además las pequeñas no tienen idea de que contra ellas se está cometiendo un delito.

En cuanto a la aplicación de la ley, otra opinión tiene uno de los fiscales del Centro de Investigación y Atención a Víctimas de Abuso Sexual, Caivas, que funciona en el sector de San Diego, en Medellín.

Aunque pidió el anonimato explicó que allí se conocen de oficio estos delitos y de toda clase de atropellos contra menores, incluso, las denuncias se pueden hacer anónimamente, porque cualquier ciudadano, con una información fidedigna, exacta y confiable, puede hacerles restablecer los derechos vulnerados a estas niñas, tal como lo establece la Ley 1098, de 2006, Código de Infancia y Adolescencia.

Entre las leyes con las que cuenta el país para devolverles los derechos vulnerados a los niños y los adolescentes, este funcionario resaltó los artículos del 213A al 219B del Código Penal, modificados por la Ley 1236, de 2008, el mismo Código de Infancia y Adolescencia, y las Leyes 1329 y 1336 de 2009, que endurecen las penas a los abusadores de menores de 14 años y no permiten rebajas, así el implicado se allane a cargos.

El fiscal enfatizó en el artículo 9 de la Ley 1336 que establece la extinción de dominio a los negocios que son utilizados para esta explotación.

Reconoció que el silencio de las víctimas y de sus padres dificulta la investigación, pero cuando la ciudadanía se decide a colaborar se acaba la impunidad y recordó que hace dos años, una mujer de avanzada edad, fue condenada a 19 años de prisión, porque fue arrestada, en las afueras de la Terminal del Norte, reclutando niñas entre los 12 y 16 años para explotarlas sexualmente en municipios del Bajo Cauca.

El funcionario judicial agregó que en Medellín también han detectado varias redes de proxenetas que inducen a niñas escolares a la prostitución por medio del sistema prepago y a la trata de personas. Sin embargo, las investigaciones no prosperan por falta de denuncias, ya que los mismos padres consideran que las niñas están trabajando para ayudarles, incluso a conseguir carros y casas. O, lo que es más delicado, no dicen nada, porque son amenazados por estas redes.

Por explotación sexual comercial a menores de edad ingresaron al Caivas en 2011, 10 denuncias, frente a 7 de 2010. De los 10 casos de 2011, ninguna niña acudió a ser atendida por los defensores de familia del ICBF que allí funciona. Las investigaciones no prosperaron.

En la oficina del ICBF Medellín se presentaron 58 denuncias, frente a 40 de 2010.

En lo que va corrido de 2012 en la Oficina de Atención al Ciudadano del ICBF se han conocido en el país, 1.123 denuncias asociadas con violaciones sexuales hacia esta población.

Para estas denuncias, el Centro Caivas habilitó el correo, denunciémoselabusosexual@fiscalia.gov.co y las líneas 385 26 00 extensiones 7711 y 7746, más la gratuita del ICBF 01 8000 11 24.

Medidas
La sicóloga de la Secretaría de Bienestar Social de Medellín, Elsa Nidia Toro , dijo que de las nueve unidades móviles que se conformaron para una atención integral de la Infancia y Adolescencia, dos se dedicaron a combatir el abuso y la explotación sexual por lo que con educadores y sicólogos recorren todas las noches en centro de Medellín. De igual manera estas dos unidades integraron, en 2011, una mesa de trabajo para la atención y prevención de la explotación sexual comercial infantil y adolescente, conformada, además por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF; la Gerencia del Centro; Secretaría de Salud y Metrosalud; la Facultad de Salud Pública de la U. de A. y varias Ong.

El primer trabajo que realizó este equipo fue ubicar los lugares donde se presenta la explotación sexual contra niños y niñas y encontró que unas 154 menores hasta los 17 años son explotadas en diversos sectores del Centro. De ellas el 6 por ciento está entre los 10 y 12 años. También encontró 12 niños en esta situación, dos de ellos de 12 años.

En desarrollo de este trabajo varios menores fueron llevados al Centro de Diagnóstico y Derivación, ubicado en el barrio Robledo, para iniciar con ellos un proceso de reincorporación a la sociedad, pero como estar allí no es obligatorio, muchos desertaron y volvieron a las calles, en su mayoría acosados por las drogas, y porque, a pesar de su edad, algunas niñas son madres y necesitaban salir a «trabajar» para sostener a sus bebés.

La sicóloga Elsa Nidia Toro dijo en este sentido que en la actualidad en Robledo atienden 17 niñas explotadas sexualmente que están esperando bebé y de ellas 10 serán madres por segunda vez.

Por su parte una de las educadores que integra una de las dos unidades móviles de Bienestar Social contó que encontraron algunas menores afectadas por el virus del VIH Sida y tuberculosis.

John Albeiro Castañeda , experto en Infancia y Adolescencia de la Personería de Medellín, quien también integró la mesa comentó que detectaron a conductores de carros de alta gama que contrataron a niñas desde los 10 años, para someterlas a orgías en lujosos apartamentos.

La trabajadora social Blasina Hurtado , del grupo de prevención del Icbf en Antioquia dijo que para atacar esta violación a los derechos de los menores no son suficientes las leyes ni la represión. Añadió, «hay que plantear una estrategia de prevención y de educación. Ofrecerles otras alternativas de vida en instituciones y hogares de paso que apliquen metodologías innovadoras».

LA MICROHISTORIA

NO TODO ESTÁ PERDIDO

A finales de 2011 en un tecnológico de la ciudad se graduó como auxiliar de enfermería una joven de 19 años. El diploma lo recibió su acudiente, una funcionaria de Bienestar Social del Municipio que trabaja con niños de la calle. La joven, quien evita hablar de su vida pasada, quiere presentarse a Enfermería y piensa casarse. A los 13, por maltratos de sus padres que la explotaban laboralmente, huyó de su casa en una población antioqueña y se dedicó en Medellín a las drogas, la mendicidad y la prostitución. Buscando protección en el Centro de Acogida Municipal, conoció a la acudiente que le recibió el grado e inició un proceso de resocialización.

¿QUÉ SIGUE?

SE REQUIERE UN TRATAMIENTO

La sicóloga Beatriz Escobar, directora técnica de la Fundación Lucerito, en Medellín, explicó que los niños abusados sexualmente tienen afectaciones fisiológicas, comportamentales, emocionales, sociales y sexuales. Indicó que de cada 10 niños abusados uno puede terminar siendo un criminal. En Colombia, agregó, más de 500 mil niños son abusados al año y sólo se denuncia un 6 por ciento de los casos y de ellos muy pocos son atendidos terapéuticamente, como se hace en Lucerito. La falta de atención conlleva a que tengamos una sociedad enferma.

TEXTUALMENTE

Antioquia ocupa el cuarto lugar en el país

 

Martha Isabel Tovar
Subdirección Restablecimiento de Derechos del ICBF

¿Cuáles son las regiones más afectadas?
«Bogotá, Atlántico, Valle, Caldas y Antioquia y poblaciones como Girardot, Melgar, Quibdó, Santa Marta, San Andrés. Las fronterizas son de mayor riesgo por los turistas».

¿Afecta más a las niñas o a los niños?
«Las cifras muestran que afecta más a niñas, pero en los últimos 5 años las proporciones de niños están en aumento».

¿Qué peso tiene el turismo sexual?
«La explotación sexual de niños  cluye el abuso por parte de un adulto que remunera en dinero o en especie. Las modalidades: prostitución y pornografía. Quienes viajan aprovechan su anonimato y la permisividad de taxistas, administradores y trabajadores de hoteles facilita la comisión del delito».

¿Hay explotación sexual por los grupos armados?
«Cada organización trata de implementar un sometimiento de personas vulnerables. Los grupos armados ilegales en algunas zonas urbanas y rurales explotan sexualmente a menores como clientes, dueños de negocios o controladores de las redes de explotación sexual y, en muchos casos, los involucran utilizando la violencia sexual como arma de guerra y poder».

¿Los menores son víctimas de tráfico de personas?
«Si se observa el período histórico por el cual Colombia atraviesa desde el nacimiento de los grupos al margen de la ley, demás grupos emergentes y narcotráfico en los 80, sin descuidar internet, páginas sociales y mensajes en canales de comunicación, en especial musicales, los niños son presas para comercializar sus cuerpos».

¿Qué peso tiene Antioquia?
«La Regional de Antioquia ocupa el cuarto lugar».

¿De qué estratos sociales son los niños explotados?
«El ICBF no considera los estratos, sino barrios y localidades. Los factores de riesgo se presentan igualmente en niños de diferentes estratos, aumentado de acuerdo con condiciones de desprotección».

Por RODRIGO MARTÍNEZ ARANGO | Publicado el 30 de abril de 2012

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A puerta cerrada y de forma sigilosa, en Maracaibo se teje uno de los delitos más esclavizantes del mundo: la trata de personas, considerado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el tercer “negocio” ilegal más lucrativo, después del tráfico de armas y de droga.

Un blackberry, un aviso en el periódico o una invitación a una fiesta pueden ser los primeros medios de captación de víctimas que, por lo general, son mujeres y niñas para explotarlas sexualmente, según la especialista en el tema, Anamar Anzola, directora de Prevención del Delito en el estado Zulia (DPD), adscrita al Ministerio de Relaciones Interiores.
“Estamos a tiempo de detectar las posibles víctimas de este delito, específicamente en los liceos y colegios, porque hemos detectado casos de proxenetismo, en el que la prostitución comienza por el uso de celulares inteligentes. Es importante destacar que la trata tiene tres elementos fundamentales: la captación y el traslado, la privación de libertad y explotación de la víctima”, advierte Anzola.

De acuerdo con la ONU, la trata, antes conocida como trata de blancas, se ha convertido en la esclavitud moderna. El tráfico humano incluye la explotación, prostitución, violencia sexual, pornografía infantil, pederastia y turismo sexual. Además de la extracción de órganos y los trabajos o servicios obligados.

 La organización estima que alrededor de 800 mil personas al año son vendidas como esclavas. De este número, el 80% son mujeres y niñas explotadas sexualmente, escenario que se repite sigilosamente en el interior de cada estado o provincia, dejando cerca de 32 millones de dólares anuales en todo el mundo. Es por eso que se ubica como uno de los ‘negocios’ ilegales más lucrativos pero también el más infrahumano que pueda existir.

Desde el punto de vista de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más de 12 mil millones de personas en el planeta sufren situaciones laborales similares a la esclavitud, de las cuales cuatro millones son víctimas de la trata cada año, en su mayoría pertenece a menores de edad y mujeres.

La jefa de la Dirección de Prevención del Delito sostiene que aun cuando el flagelo está presente en los centros educativos en el Zulia, la institución que dirige ejecuta varios programas para prevenir la trata y explotación sexual desde la educación inicial, media y diversificada formando a los docentes en la prevención de esta tipología delictiva. 

“En centros educativos de la ciudad hay niñas que están siendo prostituidas por estas redes criminales que las captan con la promesa de darles el teléfono de moda, le ofrecen viajes a Aruba e islas del Caribe, les prometen seguridad y un buen trabajo o estudios, pero cuando las trasladan las convierten en mercancía humana. Estamos reforzando a través del dispositivo de acción social y preventiva, que es un complemento del Dibise, los valores en la familia informando sobre las dimensiones de este delito desde las comunidades y en las instituciones educativas”, menciona la directora de la DPD.
Hace cuatro años en la región zuliana: Lucía (nombre ficticio) fue víctima de trata cuando salió a una discoteca y en su bebida le echaron burundanga (droga). Perdió la conciencia y cuando despertó, al día siguiente, estaba esposada a una cama y obligada a satisfacer a más de 20 hombres por día. Escapó y fue rescatada por la Guardia Nacional. El caso no salió a la luz pública por protección a la víctima.
El caso más reciente de trata de personas en Venezuela ocurrió el pasado lunes, cuando las autoridades del Instituto Aeropuerto Internacional de Maiquetía detuvieron a dos funcionarios por el delito.

El director general del terminal aéreo, Jesús Viñas García, señaló ese día que gracias a la articulación con los organismos de seguridad del Estado se capturó a dos fiscales de seguridad aeroportuaria, quienes fueron sorprendidos in fraganti facilitando la salida ilegal a un pasajero que arribó por el terminal internacional procedente de Roma, violando los controles de migración y seguridad.

“El pasajero se bajó del avión con un equipaje de mano y se dirigió a la zona de pasajeros en tránsito del terminal internacional, donde fue interceptado por uno de los fiscales. La víctima se dirigió al baño y allí le facilitaron un uniforme de una empresa de limpieza y lo pasaron por uno de los filtros de seguridad, permitiendo su salida al área pública del aeropuerto”, explicó Viñas.

El negocio de trata de personas también ve en el Zulia un nicho para traer a sus víctimas. Por ser un estado fronterizo se convierte en la zona más vulnerable para este tipo de agresión, sobretodo, si la víctima se encuentra en calidad de refugiado desde Colombia hacia Venezuela.

Erick Pabón, coordinador legal de la Comisión Nacional para Refugiados en Zulia y Falcón —adscrita al Ministerio de Relaciones Exteriores—, destaca que quienes vienen huyendo del vecino país por alguna razón son captadas por personas que bajo engaño los trasladan a fincas y allí son explotados laboralmente.

“En granjas de Machiques, El Chivo y Santa Bárbara (Sur del Lago) hemos encontrado grupos de colombianos trabajando de lunes a lunes y sin beneficios laborales”, precisa Pabón.

La Comisión Nacional para Refugiados también advierte que a través de avisos publicitarios, en diarios de Maicao, las mafias captan a sus víctimas con el siguiente eslogan: “Se solicita muchacha joven para trabajar en servicio doméstico en Venezuela con beneficios laborales”. De esta forma atraen a quienes tienen la necesidad de cruzar la frontera en busca de un mejor destino.

Estudios realizados por el Observatorio Mundial de Trata de Personas, en los últimos 10 años, Venezuela se ha convertido en un lugar de origen, tránsito y destino de la trata para trabajos forzados, servidumbre y prostitución. La institución registra que en el país han ocurrido 106 casos de trata desde el 2005 hasta el 2008.

El último informe sobre trata de personas, publicado en el 2008 por el Departamento de Estado de EE UU, refiere que en Venezuela “hay mujeres y niñas en condiciones de trata de personas con fines de prostitución en el país, atraídas bajo engaño desde regiones pobres del interior del país hacia centros urbanos y turísticos, tales como Caracas, Maracaibo y la isla de Margarita”.

“Hay mujeres brasileras y colombianas sometidas a prostitución forzosa en Venezuela. Algunos niños venezolanos son forzados a trabajar como pordioseros callejeros o como sirvientes domésticos. Algunas mujeres venezolanas son transportadas de áreas costeras en pequeñas embarcaciones hacia islas del Caribe, particularmente Aruba, Curazao y Trinidad y Tobago, donde son sometidas a prostitución forzosa. Generalmente, se cree que el crimen organizado está involucrado en la trata de personas con fines sexuales en Venezuela”, cita el informe.

No obstante, Carmen Mercedes, directora de Asuntos Internacionales de DPD, afirma que el informe carece de fuentes oficiales: “En su momento recogieron datos de instituciones no gubernamentales. Nosotros nunca recibimos una solicitud formal. En Venezuela estamos trabajando con la capacitación y atención a la víctima. Desde el 2005 hemos formado 42 mil 815 personas que se han convertido en voceros para prevenir el delito desde las comunidades, porque la trata puede afectar a cualquier persona si no tiene la información necesaria”.

 El miedo y el terror son las primeras causas por las que la víctima no denuncia. A decir de la directora de Asuntos Internacionales, el tema es muy delicado y aunque no se manejan cifras de casos, las autoridades están bajo la investigación penal de organizaciones criminales dedicadas al tráfico humano.

* Yanivis Florián Cadena / Maracaibo / 29 Abril 2012

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